Estruendo, avalancha, silencio, polvo, todo ha terminado. Una vez más se sacude el corazón al ver que nuevamente las montañas que nos protegen y abrazan se vienen contra nosotros, dejándonos dolor y desolación. Una vez más llega el silencio y la pregunta de cuántos más morirán, de cuándo será el día que podamos vivir tranquilos sin tener que mirar hacia arriba temiendo que la montaña en cualquier momento se venga contra nosotros a cobrarnos que la herimos, que le hicimos un mal corte para poder asentarnos allí y tener una vista imponente que domina el resto de ciudad. ¿Cuándo pasará un año sin hablar de víctimas humanas a causa de los deslizamientos en Medellín?, en esta ocasión varios medios se llenaron la boca diciendo “en un exclusivo sector”, pero eso no importa porque El Socorro, El Poblado, y tantos otros lugares de la ciudad que sufrieron y sufren continuamente con la realidad de los deslizamientos hacen parte de una única problemática que urge solucionar: no basta decir que e...
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