-¿En qué reloj es la una y cuarto?
-En ninguno, le respondo con firmeza, pese a que miento.
Él no entendería que aquel reloj que me regalaste se detuvo en el preciso
instante en el que comenzaste a alejarte, a guardar silencio, a no responder a
mis llamadas. El preciso instante en el que comenzaste a decir adiós.
(Febrero 17 de 2009)
Comentarios
Gracias, dotor :D