Pirulín con cola, pirulín con cola: que dos palabritas hacen una sola.
En estos días de finales, en los que todos queremos salir a vacaciones y ya se empiezan a ver los adelantados alumbrados navideños -que en Medellín comienzan desde septiembre- me detengo un momento a contarles por qué el nombre de mi blog.
Una vez estaba en casa de mi prima Maria Antonia -una pequeña de cinco años- cuando ella comenzó a cantar esta canción, que en original es entonada por los niños de Cantoalegre en Un, dos, tres por mí y por todos.
La sensación que me despertó fue de sorpresa y alegría, verla cantar con la energía y candidez que solo tienen los niños fue recordar aquellas épocas en las que el tiempo no pasaba, tiempos en los que el único afán era salir al parqueadero a jugar con los amiguitos o esperar en la ventana de mi casa la llegada de mi abuelita, con quien jugaba tardes sin término para después caer rendido, dormido, al lado de alguien que vigilaba nuestro sueño.
La niñez es como un sueño, los recuerdos lentamente toman forma onírica, al punto que en ocasiones no sabemos si lo que recordamos sucedió en realidad o es una mala pasada de nuestra memoria que, coqueta, deja que se confundan los tiempos, hace que se borren capítulos y se crucen situaciones y lugares.
Al pensar en la niñez, me vienen olores a tierra, dolores de raspadas, corridas en patines, acostadas en las aceras a ver los atardeceres. Pensarme pequeño es recordar que llegaba de la calle muy sucio y que mi madre me decía que viera cómo me había vuelto. Ella quizás no comprendía que al jugar “escondidijo” uno se tiene que agachar, quedarse quieto, meterse por partes estrechas y ensuciarse.
Ella quizás vivió una niñez muy distinta a la mía y a la tuya. Lo que sí es cierto es que todos alguna vez fuimos niños, y hoy, para bien o para mal, ya crecimos y nos toca enfrentar la vida con todo lo que ella contiene.
Así empieza pues Pirulín con cola, no se espera nada de él, simplemente escribir...Para publicar. Si tu dices son y yo digo risa, pirulín con cola nos da una sonrisa.
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Caro.