(Comunicado) Mujeres de Ituango (Antioquia) repartieron al escondido jugo para amigas aseadoras
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| Actualmente las ituanguinas que trabajan en labores de aseo cuentan con tapabocas, guantes y mejores condiciones laborales. |
Las
mujeres de Ituango actuaron con sigilo en contra de las políticas con las que la
Alcaldía constituyó la empresa de aseo en el 2008. Para ellas era injusto que
sus amigas y vecinas tuvieran que trabajar por bonos redimibles en una tienda
de abarrotes, que asearan en la noche sin que les reconocieran recargos nocturnos
y que, además, no les dieran ni tapabocas.
Sin
embargo, la peor norma impuesta por esta empresa, era que las aseadoras tenían
prohibido descansar y tomar agua. Por eso, algunas de las mujeres de Asociación
de Mujeres Ideales de Ituango (AMII) se armaron de termos y jarras para salir,
al escondido, a darles jugo a sus compañeras.
“En ese
trabajo duramos como un mes, logramos que les mejoraran sus condiciones
laborales y detalles sencillos como que les entregaran mejores escobas. Todo fue
gracias a la voz de alerta que lanzamos en su momento”, recuerda Lina Zuleta,
una de las liderezas que tenía en esa época la Asociación.
Esta es
solo una de las anécdotas que cuentan en AMII, que este mes completa 15 años de
trabajar en pro de la equidad de género como vehículo de paz para Ituango y el
Norte de Antioquia.
Y es que,
aunque la organización haya tenido varios baches en la continuidad de sus
proyectos, la meta siempre ha sido que la mujer logre valorarse para que
comience su transformación y ayude a cambiar la sociedad.
“Cuando
hacíamos las arepas, en un principio, poníamos música para espantar el sueño, y
también nos comíamos algunas con aceite y sal”, recuerda Hilda Oquendo,
auxiliar administrativa de AMII.
Con los
años y el inicio del trabajo en las zonas rurales, ellas fueron víctimas de la
incomprensión. Myriam Mazo habla con alegría de sus primeros talleres en el
2010 con las mujeres desplazadas y reubicadas en la vereda El Triunfo.
“Al
principio los hombres nos llevaban mula para recibirnos y nos subían hasta la
finca. Luego, ni nos miraban porque pensaban que nosotras íbamos a poner a las
mujeres en su contra. De ahí nos nació la idea de formular talleres para los
hombres y así lo hicimos al año siguiente”, dice Mazo quien añade que, de esta
manera, los cursos que eran solo para mujeres terminaron en clases familiares.
Actualmente
las mujeres de AMII preparan un texto con su historia, que será compartido con
la comunidad ituanguina y antioqueña durante la conmemoración de sus 15 años
que se realizará a finales de este mes.
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