No pensés, te lo vuelvo a repetir, que serás eterno, que tus palabras perdurarán, que te sucederás en tus hijos y nietos. No creás en los engaños que suponen los recuerdos. Nosotros los seres humanos no somos recuerdo sino olvido.
Decís que recordás, por supuesto, yo también recuerdo; pero eso que llamás memoria, que llamás recordar, no es nada. Procúrame un recuerdo certero y preciso de lo vivido, de la persona que decís amar y nunca olvidar, ¿qué respondés?
Nuestra memoria es tan frágil como nosotros mismos, por eso nos inventamos la escritura y los archivos (donde olvidamos lo escrito). Hoy me doy cuenta que construyo memoria procurando olvidarla. No, pero tampoco es así. Todos los días construyo memoria porque la valoro y porque sé que, pase lo que pase, puede que algún día vuelva a ella o puede que alguien vuelva a ella. Lo triste, o más bien lo real, es que la memoria es un capricho, una mentira.
Decís que recordás, por supuesto, yo también recuerdo; pero eso que llamás memoria, que llamás recordar, no es nada. Procúrame un recuerdo certero y preciso de lo vivido, de la persona que decís amar y nunca olvidar, ¿qué respondés?
Nuestra memoria es tan frágil como nosotros mismos, por eso nos inventamos la escritura y los archivos (donde olvidamos lo escrito). Hoy me doy cuenta que construyo memoria procurando olvidarla. No, pero tampoco es así. Todos los días construyo memoria porque la valoro y porque sé que, pase lo que pase, puede que algún día vuelva a ella o puede que alguien vuelva a ella. Lo triste, o más bien lo real, es que la memoria es un capricho, una mentira.
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