Joaquín, el tío carpintero
Así se veía un parque de la ciudad donde vivo a comienzos de este diciembre. Foto: archivo personal. Familia querida, En Alemania todos los centros comerciales están cerrados. Las tiendas para comprar el ‘estrén’ de diciembre también cerraron desde principios de la semana pasada (14.12.2020), solo quedan abiertas las droguerías y los supermercados. Yo no alcancé a comprar detalles para mis compañeros de la maestría, que se convirtieron como en mi familia en medio de la pandemia. Lo único que alcancé a comprar fueron 5 postales de Navidad y ya solo me queda una. No esperaba regalos, y el único que venía desde Colombia -un paquete pequeño que enviaron mis papás desde el 23 de noviembre que traía natilla, mazamorra, bocadillos y panela- todavía está atascado en las aduanas de Leipzig, una ciudad a 253 Kilómetros de donde vivo, que son como casi tres horas en carro. Ayer escuché de mis papás que a partir de hoy (22.12.2020) les impusieron de nuevo el Pico y Cédula, que Navidad y Año Nu